EL VIEJO TRUCO
El zorzal estaba muerto de sed. De repente encontró una botella con agua. Pero la botella no estaba llena.
El zorzal trató de botar la botella y meterse adentro. Pero todo fue inútil. No podía llegar hasta el agua.
De repente, el zorzal tuvo una buena idea. Voló hasta un montón de piedras. Tomó una piedra chica y luego la dejó caer adentro de la botella.
Repitió varias veces la operación. al cabo de un rato, la botella estaba llenas de piedras en el fondo y el agua llegaba hasta arriba. El zorzal pudo tomar toda el agua que quiso.
Un gorrión que pasaba por ahí quiso burlarse del zorzal
- ¿Con que usando el viejo truco de las piedrecillas? Eso es más conocido que los perros nuevos...
-Pero se me ocurrió a mí solo- respondió el zorzal, tomando un buen trago de agua.